Espondilitis Indiferenciada

¿Qué es la Espondilitis Indiferenciada?

Las espondiloartropatías o espondiloartritis son una familia heterogénea de enfermedades reumáticas interrelacionadas que comparten características clínicas, patogénicas, genéticas, radiológicas, epidemiológicas y de respuesta terapéutica, lo que permite que se distingan claramente de otras enfermedades inflamatorias del aparato locomotor, especialmente de la artritis reumatoide. Dentro de este grupo se incluyen en la actualidad: espondilitis anquilosante, artritis reactivas, artritis psoriásica, artritis de la enfermedad inflamatoria intestinal, un subgrupo de artritis crónica juvenil y las espondiloartritis indiferenciadas.

Las espondilitis indiferenciadas son un grupo de enfermedades que presentan características clínicas, radiológicas y predisposición genética, sugestivas de la espondiloartropatía, pero que no cumplen los criterios para el diagnóstico de cualquiera de estas enfermedades. En algunos casos puede tratarse de un estadio precoz de una espondiloartropatía que con el tiempo, cuando presente más síntomas, se podrá encuadrar en una entidad clínica concreta, y en otros casos, no desarrollarán el cuadro clínico completo.

¿Puede ser hereditaria la Espondilitis Indiferenciada?

El riesgo de padecer la enfermedad es algo mayor si un miembro de la familia (padre o hermano) desarrolla la enfermedad y si usted tiene el test para el antígeno HLA-B27 positivo. Entonces el riesgo de padecer la enfermedad es del 20%. Es decir, para tener la enfermedad hay otros factores, todavía no conocidos que influyen en que aparezca.

¿Son síntomas de la Espondilitis Indiferenciada: dolor de estómago, cansancio, dolores continuados …?

La espondilitis anquilosante es una enfermedad sistémica, lo que significa que puede afectar a otros órganos del cuerpo. En algunas personas puede causar fiebre, pérdida de apetito, fatiga e incluso inflamación en órganos como pulmones y corazón, aunque esto último ocurre muy raramente.

¿Cómo avanza la Espondilitis Indiferenciada?

Es una enfermedad crónica que evoluciona produciendo brotes o ataques de inflamación de las articulaciones de la columna vertebral, o de otras articulaciones como los hombros, las caderas, las rodillas o los tobillos. Entre ataque y ataque, generalmente, el paciente se queda sin síntomas de dolor y mantiene una actividad cotidiana normal. Generalmente el paso del tiempo juega a favor del paciente, porque con la edad los brotes suelen distanciarse y ser cada vez más leves.

Hoy en día es poco frecuente que la espondilitis anquilosante sea grave, es decir, que se suelden todas las vértebras, dejando a la persona anquilosada y rígida. Esto es debido a que en la actualidad el diagnóstico se suele hacer de forma más temprana, lo que conlleva una mayor rapidez en el inicio de los tratamientos y en las medidas rehabilitadoras.

Sin medicación, ¿Avanza más rápido la Espondilitis Indiferenciada?

Los medicamentos antiinflamatorios (AINE) consiguen disminuir e incluso suprimir la inflamación articular, aliviando de esta forma el dolor y permitiendo un adecuado reposo nocturno. Se ha observado en diferentes estudios que la persistencia de parámetros inflamatorios elevados se relaciona con la progresión del daño estructural en la columna vertebral; por tanto, un buen control de la inflamación y de la sintomatología mediante fármacos ayuda a que la enfermedad no progrese.

La Fisioterapia es buena para mi enfermedad, Espondilitis Indiferenciada, pero es bastante cara.¿Hay Centros Especializados más económicos y cercanos a mi domicilio?

Efectivamente los tratamientos y técnicas de fisioterapia son muy beneficiosos para las personas con enfermedad reumática, pero no son cubiertos por el sistema público de salud, por lo que las personas afectadas os véis obligados/as a buscarlos en los múltiples establecimientos, clínicas y/o centros de medicina privada.

Si la persona se lo puede permitir económicamente, puede hacerse de un Seguro de Medicina privado que normalmente tienen una cartera de clínicas o centros de fisioterapia concertados que pueden estar cerca de su domicilio.

Si no es así, las Asociaciones de Personas afectadas de Enfermedad Reumática, están repartidas por toda la geografía española y andaluza (puede consultarlas en el apartado Asociaciones de nuestra web) y suelen ofrecer actividades de movilidad, talleres de ejercicios o incluso la prestación de tratamientos de fisioterapia personalizados que si bien, no pueden estar tan cerca de su domicilio, siempre van a ser mucho más económicas o incluso gratuitas por estar financiadas con ayudas y donativos públicos y/o privados.

Tengo diagnosticada la enfermedad de Espondilitis Anquilosante (EA en adelante) ¿Qué posibilidades existen de que mis hijos desarrollen EA?
Existe una susceptibilidad genética para el desarrollo de la enfermedad por una fuerte asociación con el antígeno de histocompatibilidad HLA-B27.

El riesgo de padecer la enfermedad es algo mayor si un miembro de la familia (padre o hermano) desarrolla la enfermedad y si el hijo tiene el test para el antígeno HLA-B27 positivo, entonces el riesgo de padecer la EA es del 20 al 25%, aunque a veces esta enfermedad es menos severa, a pesar de que en estudios previos se dijo lo contrario, que la que aparece de forma esporádica sin antecedente familiar previo. Es decir para tener la enfermedad hay otros factores todavía no conocidos que influyen en que aparezca.

Así pues este antígeno no es solo el responsable de la enfermedad, aproximadamente el 3.7% de la población española lo posee. En este grupo, el riesgo de desarrollarla es entre el 2 y 5%. Por poner un ejemplo, en España, de cada 1000 personas, aproximadamente 37 tienen el HLAB27 positivo y de éstas, sólo 2 desarrollarán la enfermedad, proporción que se multiplica hasta por 20 si tienen un familiar de primer grado con el proceso.

Es muy poco probable que un hijo con el marcador genético negativo desarrolle la EA.

Dr. Manuel Baturone Castillo (Reumatólogo).

Con EA, ¿podré seguir desarrollando una vida más o menos normal?

A pesar de que la EA es una enfermedad potencialmente grave que puede causar una importante discapacidad funcional y, en última instancia, fusión axial (anquilosis), sin dudas, sí podrá seguir desarrollando una vida prácticamente normal. No obstante de 1514 pacientes seleccionados del registro español de espondiloartritis, REGISPONSER, con datos del año 2011 el 60% tenía reconocida algún grado de minusvalía con cierto predominio del sexo masculino.

Este dato no se corresponde con otras poblaciones donde ese porcentaje queda entre el 9 y el 36% de los casos. En el registro de enfermos del sur de Suecia se observó que el 25% estaba de baja laboral antes de iniciar tratamiento con fármacos biológicos, a los 6 meses del comienzo cayó al 12%, al año era del 10%. Esta última proporción seguía siendo, a pesar del descenso, muy elevada respecto al 2.5% de bajas en el resto de la población.

El mantenimiento de la calidad de vida no solo está relacionada con la medicación sino con un programa adecuado de ejercicios, siendo válida esta premisa en estudios del año 2014 cuando ya estaban disponibles fármacos muy activos para el control de la enfermedad.

A pesar de todo se puede decir que el pronóstico funcional de la EA ha mejorado espectacularmente y que los casos con diagnóstico precoz, ya que existe una ventana de oportunidad para que el tratamiento sea muy eficaz, no deben evolucionar con ningún tipo de secuela funcional o estructural permanente, salvo episodios recortados de actividad que suelen ceder intensificando el tratamiento. Si la enfermedad se mantiene inactiva al menos durante dos años los indicadores de calidad de vida vuelven a la normalidad.

Dr. Manuel Baturone Castillo (Reumatólogo).

¿Se están realizando investigaciones sobre la E.A actualmente?

Sí, en la actualidad existen numerosas líneas de investigación sobre la espondilitis anquilosante. Se dispone de registros de pacientes en permanente crecimiento que permiten realizar estudios de prevalencia de las distintas manifestaciones de la enfermedad, de respuesta a los tratamientos, de las características epidemiológicas de los pacientes, de enfermedades asociadas, de comorbilidades…

Así mismo se realizan ensayos clínicos con terapias emergentes como los tratamientos biológicos. También se realizan estudios de laboratorio para detectar nuevas dianas terapéuticas, y para el análisis de los factores de riesgo cardiovascular en pacientes con espondiloartritis.

Dra. Clementina López y Dra. Lourdes Ladehesa (Residentes de la Unidad de Reumatología del Hospital Reina Sofía de Córdoba)

¿Qué ejercicios son los más adecuados para la espondilitis y enfermedades afines?

En el caso de la espondilitis no existen restricciones de ejercicios de forma general. Eso sí, dado que la enfermedad limita la movilidad de la columna vertebral y en muchos casos se produce sacroileítis (inflamación de las articulaciones sacroilíacas, justo encima de los glúteos), puede resultar muy incómodo realizar ejercicios en posición de tumbado boca arriba, sobre todo si son en el suelo, o realizar saltos por las vibraciones que producen en la columna.

En estos casos será cuestión de adaptar los ejercicios para que puedan realizarse de pie o sentado, o bien cambiarlos por otros ejercicios diferentes que tengan el mismo objetivo terapéutico.

Será especialmente importante trabajar:

– La flexibilidad del tronco y de las articulaciones más próximas a la columna vertebral (hombros y caderas).

– La fuerza muscular de la zona abdominal y las caderas, ya que esta enfermedad suele producir distensión abdominal como consecuencia de la rigidez de la caja torácica y como consecuencia se descompensan estos músculos.

– La capacidad respiratoria, sobre todo a nivel torácico, que se ve muy disminuida de nuevo por la rigidez de la caja torácica.
¿Puedo hacer ejercicio si estoy en pleno brote de espondilitis?
En un brote de espondilitis, salvo que sea muy grave, no se debe suspender por completo la realización de ejercicio.

La estrategia será disminuir la intensidad, frecuencia y duración de los ejercicios, así como aumentar los tiempos de descanso y recuperación. También es recomendable que el impacto de los ejercicios sea bajo en vez de moderado, es decir, eliminar saltos, movimientos bruscos, etc.

Dado que el dolor a nivel de columna puede ser muy invalidante, una alternativa podría ser hacer ejercicios sentado solo con brazos y piernas (de forma moderada para implicar el tronco lo menos posible), o bien dar un paseo suave.